Pues nada, aquí estoy de vuelta. Se me acabaron las vacaciones veraniegas y, después de cuatro días trabajando, ya casi todo ha vuelto a la rutina de siempre. Digo
casi porque mis hijos mayores todavía están de vacaciones y, os podéis imaginar, es algo difícil llevar un orden pero, por lo demás... Las vacaciones me han cundido bastante, lo hemos pasado fenomenal y he disfrutado un montón. Hemos pasado una semanita en un pueblecito del páramo leonés, donde viven mis suegros y mis padres, a temporadas. Y el resto de las vacaciones, las hemos pasado en Ajo, un pueblo de la costa cántabra. ¿A qué he dedicado el tiempo? Pues, a dar muchos y estupendos paseos por la orilla de la playa y alguna que otra excursión: fuimos al zoo de Santillana del Mar; habíamos estado cuando los críos eran pequeños. Está fenomenal, un pelín caro, en mi opinión. Os pongo tres fotitos. La primera, de una mariposa azul preciosa que, junto con otras muchísimas mariposas más, viven en el interior de un invernadero con diferentes clases de vegetación y flores en unas condiciones de calor y humedad idóneas para ellas. Es alucinante, algunas son enormes, otras, son de un colorido espectacular y, lo más sorprendente es, que vuelan al lado de uno, por encima de tu cabeza... La segunda foto es de una cría de chimpancé y os la enseño porque quedó muy simpática. Y la última es una preciosa puesta de sol en la playa de Loredo. También, estuvimos en Suances y en sus playas. Otro día, fuimos a los Picos de Europa con intención de hacer la ruta del Cares, aunque a mitad de camino nos dimos la vuelta porque si no se nos iba a hacer tarde. Me sorprendió la cantidad de gente que había. Está tan masificado que no te dejan subir con coche y lo tienes que hacer en autobús. La pequeña Sara está guapísima y muy grande.
